Por Víctor Fernández.
![]() |
El espacio verde es una característica de los country. |
Cada día se
observa más la migración de sectores de clase media alta y alta a los barrios
privados, a la entrada o salida de las principales ciudades del país.
Los barrios
cerrados están a pocos minutos del centro, con rápido acceso a las ciudades,
por caminos, autopistas. Son lugares con belleza natural, que se ocupan
generalmente el cincuenta por ciento con edificio y el resto con espacio verde,
con circulaciones comunes para sus habitantes, un camino alternativo, con vista panorámica.
La Sociedad Y Vos, entrevistó al comerciante Jorge Pérez, dueño de una cerrajería
ubicada en la céntrica Humberto Primo de la ciudad de Punta Alta, quién desde
hace dos décadas vive en el barrio privado “Pago Chico” (ruta 229 y ruta 3), dentro
del Partido de Coronel Rosales.
Pérez
expresó que eligió el lugar, porque “es como vivir cuando era chico, a puertas
abiertas y sin rejas”, y además, porque práctica golf, como deporte.
El
comerciante agregó: “en nuestro barrio, viven vecinos comunes y corrientes,
militares, profesionales, comerciantes, empleados de la Base y tantos otros… ; A
partir de las cinco de la mañana, se sale a trabajar como en cualquier parte
del mundo”.
En relación
a los barrios privados, la socióloga e
investigadora Cecilia Arizaga en una entrevista a Diario
Digital “Página 12” , dice que “la vida en los barrios cerrados exacerba las
desigualdades sociales, la muralla no es un dato menor ni para los de adentro
ni para los de afuera”. En Argentina, la expresión country, de origen inglés,
comienza en la década de los treinta como clubes suburbanos, con viviendas
residenciales.
También Arizaga, expresa que
en los años 90 y 2001-2002 se produjo un boom de migración a los barrios
cerrados y countries, fenómeno que no cesa. Dice que “se siguen levantando
nuevos barrios cerrados que tienen otras características. En general van
teniendo más comodidades, más servicios, tienen que ofrecer más para competir
en el mercado”.
El Programa
de las Naciones Unidas para el desarrollo (PNUD) caracteriza a los barrios
cerrados como “enclaves exclusivos que
se aíslan de la ciudad y transforman barreras físicas en barreras sociales y
fomenta la intolerancia hacia la ciudad abierta y sus problemas sociales”.
Según la
PNUD “el muro es el denominador común de los barrios y su presencia evidencia
la voluntad de sus habitantes de establecer una clara separación con los de
afuera”.
La socióloga
Arizaga, opina que “se busca construir una pertenencia, un espacio identitario,
de iguales, de homogeneidad social en contraposición con lo que es vivir en la
ciudad, con calidad de vida, con contacto con la naturaleza…”
La
especialista Cecilia Arizaga, manifiesta que “hay un imaginario del barrio
cerrado de los que viven ahí, un imaginario muy edílico, de calidad de vida, de
estar con los hijos, y de que jueguen en el pasto”.
Finalmente,
todas estas motivaciones, entre ellas la seguridad frente al delito, inducen a
una familia a refugiarse en este tipo de urbanizaciones, como alternativa ante
una ciudad en la que el aumento de la conflictividad, la violencia y la
contaminación se hacen cada más notorias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario